La mayoría de los gerentes no tienen en cuenta los efectos de su lenguaje corporal (body language) sobre el staff. La forma en que te pares, los gestos que realizas y otros signos no verbales que emites pueden tener un profundo impacto en la forma en que tu personal interprete lo que dices.
El lenguaje oral es un aspecto fundamental de la comunicación, especialmente en un entorno laboral. Asegura la precisión y veracidad de la información.
Sin embargo, la comunicación no verbal refleja las intenciones y, por consiguiente, determina la recepción de tus palabras.
Aprender a controlar tu lenguaje corporal te dará la habilidad de influir la forma en que son recibidas tus palabras y a prevenir los problemas de comunicación.
Hay cinco aspectos principales en el lenguaje corporal que son importantes para recordar y que te serán útiles para hacer surgir lo mejor de tu equipo de trabajo y para contribuir a conseguir una comunicación más efectiva.
Los Ojos.-Los coaches seguros de sí mismos, los maestros de oratoria y hasta nuestros padres nos dicen constantemente que tenemos que mantener contacto visual en las conversaciones, entrevistas y presentaciones.
Lo que no nos dicen es que mantener contacto visual durante mucho tiempo puede resultar agresivo y dominante. Especialmente si estas a cargo de gente, es tu trabajo discernir cuando es el mejor momento para mantener contacto visual y cuando es necesario retroceder un paso.
Aprender el balance entre el contacto visual de tipo sumiso y dominante es parte de ser asertiva/o.
El Rostro.-Tu cara es la parte más expresiva de tu cuerpo. Sin embargo es difícil saber cómo se ven las emociones en tu rostro y, más difícil aún es controlarlas (hay 90 músculos en la cara).
Practica tus expresiones faciales en el espejo. Aprende a sentir cuando tu expresión es claramente negativa. Trata de adquirir una expresión neutra y relajada. Dirigir a otra gente es más fácil cuando te puedes dirigir a ti misma. Si dejas que las emociones gobiernen tu rostro vas a mostrar que tienes poco control sobre ti misma y sobre la situación.
La Postura.-“¡Mentón arriba, hombres hacia atrás, los brazos sueltos a los costados!”
¿Cuántas veces te dijeron tus padres que no te sientes encorvada a la mesa? ¡Los míos me amenazaban con atarme una tabla a la espalda!
Sin embargo, es verdad. Las investigaciones sugieren que una postura erguida no sólo irradia confianza y control, sino que también genera sentimientos internos de poder y autoconfianza.
Alzar tu mentón al mundo incentivará a las otras personas a tratarte con más respeto. Una situación ganar-ganar.
Los Gestos.-Tus manos ilustran tu estado de ánimo. Ten en cuenta que no siempre deseas que tu staff sepa lo que estás pensando. De hecho, es labor del gerente conciliar positivamente las emociones actuales y las reacciones. Como la maestra o nuestros padres, un manager a veces es un poco actor.
Los movimientos repetitivos como golpetear con los dedos sugieren aburrimiento. Aunque bien puede ser tu caso, en ciertas situaciones no quieres que el/la nuevo miembro (y por lo tanto nervioso) del equipo se dé cuenta.
Enfatizar tus palabras con un golpe de manos indica poder y autoridad. Muy útil cuando deseas hacer saber tu opinión sin despertar mucho debate.
La velocidad de tus movimientos también afecta la forma en que la gente los interpreta. Asistir suavemente con la cabeza significa atención, mientras que el mismo movimiento ejecutado muy rápidamente sugerirá impaciencia. La calma indica confort y poder, mientras que los movimientos rápidos pueden indicar nerviosismo.
Voz.-Tu voz es el vehículo de la comunicación verbal, pero el tono que utilices, la velocidad y la inflexión de tu voz contribuyen a la forma en que tus palabras son percibidas.
Hablar de forma calma, pausada en tonos medidos es la forma más segura de transmitir confianza y autoridad. Esto no significa que la gente que sufre impedimentos en su habla no puedan transmitir confianza o autoridad, lo que quiere significar es que hablar en forma pausada, permitiendo silencios entre palabras y manteniendo el tono de voz, puedes agregar importancia y autoridad a tus palabras.
El lenguaje corporal es una herramienta de comunicación invaluable en la gerencia. Instruir, motivar y relacionarse con el personal es una parte fundamental de tu trabajo, y aprender a hacerlo con un lenguaje no-verbal así como con la comunicación verbal habitual, mejorará tus relaciones con el personal, impulsará tu auto confianza, y te ayudará a convertir tu equipo en una unidad atenta y cohesionada.
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