Todos los días estamos tomando decisiones. Desde el momento en que te levantas hasta el momento en que te acuestas de nuevo. Por eso no tiene importancia lo que hayas sido en el pasado, tampoco importa quien eres ahora, recuerda siempre que lo que importa es quien puedas llegar a ser.
Cada vez que queremos superarnos y dar un paso hacia adelante, siempre nos encontramos con algún viejo hábito que nos arrastra justo hacia el lugar del que estamos tratando de huir. Pero allí es donde cada uno debe tomar su decisión. Es muy común que los primeros intentos de superación caigan siempre en los mismos errores del pasado, pero no te preocupes, el progreso debe ser progresivo. Lo que sucede es que los hábitos tienen energía acumulada, lo que se conoce como moméntum. Si de un momento a otro quieres frenar ese moméntum, pues te vas a enfrentar a una gran fuerza.
A la hora de eliminar malos hábitos, lo mejor que se debe hacer es irlos reemplazando con los buenos hábitos, de una manera tan natural como cuando desarrollaste el mal hábito. Pues no tuviste que hacer un gran esfuerzo para crearlo, simplemente lo fuiste desarrollando y acumulaste energía allí.
Pero para ir desplazando poco a poco estos viejos amigos que no quieren irse tan fácil, tienes que tomar a diario decisiones. La mejor que puedas, cada día toma la decisión de desarrollar ese nuevo hábito constructivo.
Tu decides quien quieres ser cada día, eres el producto de tus decisiones.
¡Decide Hoy quién quieres SER!
Cada vez que queremos superarnos y dar un paso hacia adelante, siempre nos encontramos con algún viejo hábito que nos arrastra justo hacia el lugar del que estamos tratando de huir. Pero allí es donde cada uno debe tomar su decisión. Es muy común que los primeros intentos de superación caigan siempre en los mismos errores del pasado, pero no te preocupes, el progreso debe ser progresivo. Lo que sucede es que los hábitos tienen energía acumulada, lo que se conoce como moméntum. Si de un momento a otro quieres frenar ese moméntum, pues te vas a enfrentar a una gran fuerza.
A la hora de eliminar malos hábitos, lo mejor que se debe hacer es irlos reemplazando con los buenos hábitos, de una manera tan natural como cuando desarrollaste el mal hábito. Pues no tuviste que hacer un gran esfuerzo para crearlo, simplemente lo fuiste desarrollando y acumulaste energía allí.
Pero para ir desplazando poco a poco estos viejos amigos que no quieren irse tan fácil, tienes que tomar a diario decisiones. La mejor que puedas, cada día toma la decisión de desarrollar ese nuevo hábito constructivo.
Tu decides quien quieres ser cada día, eres el producto de tus decisiones.
¡Decide Hoy quién quieres SER!
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