Si en realidad estamos listos para abrir las puertas de nuestro propio negocio, necesitamos saber que se requiere solo cuatro cosas que recordar para ser un empresario exitoso.
En primer lugar, tus ventas deben ser superiores a tus gastos. Muchas personas, cuando crean una empresa, quieren tener una papelería elegante, hacer tarjetas de presentación y tener una oficina agradable, aun sin tener clientes. Esa es una formula para el desastre.
En segundo lugar, debes cobrar sin falta tus facturas. La gente ha tenido que cerrar sus empresas, repletas de cuentas por cobrar. Hay que ser razonable, pero no hay que convertirse en el banquero de los clientes.
En tercer lugar, debes cuidar a tus clientes porque ellos son quienes pagan tus facturas y quienes giran tus cheques. Recuerda: tú trabajas para ellos.
En cuarto lugar, cuida a tu gente. Me sorprende ver la cantidad de empresarios que abusan de sus empleados y esperan, sin embargo, que ellos les ayuden a cuidar sus clientes. Cuando estas fundando una empresa, tus empleados, no son tu activo más importante, ellos son tu empresa.
EL RETO DEL EMPRENDEDOR NO ES UN RETO QUE TENGA QUE VER CON CREAR LA EMPRESA, SINO UN RETO CON HACERLA EXITOSA. Acompáñeme en un camino fascinante y apasionante del mundo del emprendimiento
viernes, 31 de julio de 2009
jueves, 30 de julio de 2009
El pensamiento de Escases
Cuando comentamos a alguien que vamos a poner una empresa, usualmente nos dicen “es una locura, estamos en crisis, existen muchas empresas que fracasan, hay poco mercado”.
Y son estos pensamientos de escases los que nos limitan, los que nos impiden emprender.
Cuando en el mundo existen millones de oportunidades, y solo esperan a una persona decidida, preparada para tomar el reto de formar una empresa y llevarla al éxito.
Cambiemos los pensamientos de escases por los de abundancia y veremos al mundo con otros ojos. Veremos las oportunidades que antes no hemos visto y sobretodo veremos un mundo de prosperidad para todos.
Y son estos pensamientos de escases los que nos limitan, los que nos impiden emprender.
Cuando en el mundo existen millones de oportunidades, y solo esperan a una persona decidida, preparada para tomar el reto de formar una empresa y llevarla al éxito.
Cambiemos los pensamientos de escases por los de abundancia y veremos al mundo con otros ojos. Veremos las oportunidades que antes no hemos visto y sobretodo veremos un mundo de prosperidad para todos.
miércoles, 29 de julio de 2009
Mi profesión no es para formar empresas.
Si usted piensa así, mejor quédese callado y no diga nada, no haga quedar mal a sus maestros o no que de mal usted, por haberse creído semejante barbaridad.
Los latinoamericanos hemos tenido una concepción profesional estrecha y pobre, se cree que se estudia para ser empleado de otro, se cree que se debe ser ingeniero para fundar una compañía, entonces los filósofos no tiene derecho a crear empresa.
Que se olviden los sociólogos o los músicos de fundar una compañía.... ¡eso es una locura!. ¡Que absurdo!.
Todas las profesiones están en capacidad de formar empresa, depende de la creatividad de los profesionales. Nosotros somos capaces de forjar nuestro futuro, con nuestras manos, con nuestras mentes.
No nos condenen a ser esclavos del sistema, cuando podemos ser los amos de nuestro destino.
Los latinoamericanos hemos tenido una concepción profesional estrecha y pobre, se cree que se estudia para ser empleado de otro, se cree que se debe ser ingeniero para fundar una compañía, entonces los filósofos no tiene derecho a crear empresa.
Que se olviden los sociólogos o los músicos de fundar una compañía.... ¡eso es una locura!. ¡Que absurdo!.
Todas las profesiones están en capacidad de formar empresa, depende de la creatividad de los profesionales. Nosotros somos capaces de forjar nuestro futuro, con nuestras manos, con nuestras mentes.
No nos condenen a ser esclavos del sistema, cuando podemos ser los amos de nuestro destino.
martes, 28 de julio de 2009
TÙ LEGADO
Nunca seremos realmente exitosos a menos, que ayudemos a los demás. Ayudar a los demás no solo incluye las ganancias financieras de nuestra prosperidad , sino también compartir nuestro tiempo y nuestro talento.
Ser mentor de otros es una manera de entregar lo que hemos recibido a lo largo del camino.
Bob Buford, en su libro Halftime, manifiesta que en algún momento de nuestra vida deseamos pasar el éxito que hemos obtenido en la vida, es decir, pasar de recibir a dar.
Cada persona deja un legado, consciente o no. Los que hacen con más conciencia suelen dejar un mejor legado.
Ser mentor de otros es una manera de entregar lo que hemos recibido a lo largo del camino.
Bob Buford, en su libro Halftime, manifiesta que en algún momento de nuestra vida deseamos pasar el éxito que hemos obtenido en la vida, es decir, pasar de recibir a dar.
Cada persona deja un legado, consciente o no. Los que hacen con más conciencia suelen dejar un mejor legado.
Cualquier cosa que seamos y que poseamos hoy, buena o mala, pasara a quienes vienen detrás de nosotros.
El legado que dejamos es el legado que vivimos.
Mi legado la enseñanza del emprendimiento.
El legado que dejamos es el legado que vivimos.
Mi legado la enseñanza del emprendimiento.
lunes, 27 de julio de 2009
Las Tres Personalidades de un emprendedor
Estas son las tres personalidades que determinan el éxito de un emprendedor, estos tres tipos de personalidades dominantes condicionan el perfil de un negocio:
Personalidad del emprendedor.-Esta personalidad se caracteriza por su capacidad visionaria, viven en el futuro, son felices construyen ideas, innovan negocios (estratega creador de nuevos productos), resumiendo son personas creativas.
El problema de esta personalidad es que como dan rienda suelta a sus ideas y tienen dificultad para darles seguimiento, cambian de parecer diariamente.
Personalidad del administrador.- Esta personalidad se caracteriza por son ordenados, (por que son ordenados) planeadores. El emprendedor vive en el futuro, el administrador vive en el pasado. El emprendedor ve oportunidades, el administrador ve riesgos. Sin los administradores no habría política, procesos.
Personalidad del especialista.- Es la persona hacedor de cosas, el principio de esta personalidad es: si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo. El emprendedor vive en el futuro, el administrador vive en el pasado. El especialista vive en el presente, mientras exista mucho trabajo el especialista se siente feliz; no les importa el futuro, solo hacen las cosas que hay que hacer, es el típico individualista.
Estos tres tipos de personalidad piensan de formar a diferente, y ven las oportunidades de negocio de una forma muy diferente, todos tenemos estas tres personalidades en mayor o menor grado. Es recomendable escoger colaboradores con estilos complementarios al suyo.
Personalidad del emprendedor.-Esta personalidad se caracteriza por su capacidad visionaria, viven en el futuro, son felices construyen ideas, innovan negocios (estratega creador de nuevos productos), resumiendo son personas creativas.
El problema de esta personalidad es que como dan rienda suelta a sus ideas y tienen dificultad para darles seguimiento, cambian de parecer diariamente.
Personalidad del administrador.- Esta personalidad se caracteriza por son ordenados, (por que son ordenados) planeadores. El emprendedor vive en el futuro, el administrador vive en el pasado. El emprendedor ve oportunidades, el administrador ve riesgos. Sin los administradores no habría política, procesos.
Personalidad del especialista.- Es la persona hacedor de cosas, el principio de esta personalidad es: si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo. El emprendedor vive en el futuro, el administrador vive en el pasado. El especialista vive en el presente, mientras exista mucho trabajo el especialista se siente feliz; no les importa el futuro, solo hacen las cosas que hay que hacer, es el típico individualista.
Estos tres tipos de personalidad piensan de formar a diferente, y ven las oportunidades de negocio de una forma muy diferente, todos tenemos estas tres personalidades en mayor o menor grado. Es recomendable escoger colaboradores con estilos complementarios al suyo.
domingo, 26 de julio de 2009
Estar en todos los acontecimientos
No pierda la oportunidad de asistir a ferias, eventos o reuniones que tengan que ver con su sector y sectores de clientes. Vaya cargado de tarjetas de empresa o incluso de folletos, mejor si esos folletos son informativos y de utilidad, como ya hemos visto.
No hay que desechar lo rentable que resulta conocer gente y repartir tarjetas. Una de las pocas cosas que he visto que es cierta para la mayoría de negocios es que sus ingresos suelen ser proporcionales a la amplitud de su lista de contactos.
De todas formas, hay que ser y parecer siempre un profesional, no esté desesperado por repartir tarjetas como si su objetivo fuera dejar una en cada bolsillo, preséntese, muestre interés por los demás y sea claro en lo que expone, la impresión es fundamental.
Sucederá muy probablemente que si usted comienza hablando de las maravillas de su producto o servicio, o de que su pyme es mejor que el resto de las empresas de la competencia, los demás tenderán a "desconectar" enseguida ya que, o bien todo el mundo tiene un producto maravilloso o bien a todo el mundo le están intentando vender productos maravillosos, así que hay un reflejo defensivo innato a "apagar el chip" en cuanto ven que lo que prima es conseguir una venta.
No hay que desechar lo rentable que resulta conocer gente y repartir tarjetas. Una de las pocas cosas que he visto que es cierta para la mayoría de negocios es que sus ingresos suelen ser proporcionales a la amplitud de su lista de contactos.
De todas formas, hay que ser y parecer siempre un profesional, no esté desesperado por repartir tarjetas como si su objetivo fuera dejar una en cada bolsillo, preséntese, muestre interés por los demás y sea claro en lo que expone, la impresión es fundamental.
Sucederá muy probablemente que si usted comienza hablando de las maravillas de su producto o servicio, o de que su pyme es mejor que el resto de las empresas de la competencia, los demás tenderán a "desconectar" enseguida ya que, o bien todo el mundo tiene un producto maravilloso o bien a todo el mundo le están intentando vender productos maravillosos, así que hay un reflejo defensivo innato a "apagar el chip" en cuanto ven que lo que prima es conseguir una venta.
sábado, 25 de julio de 2009
Tus Empleados NO SON EL ACTIVO MAS IMPORTANTE de la empresa sino SON TU EMPRESA
Se dirá una y mil veces más que el colaborador (empleado) es el activo más importante de la empresa, pero son toda tu empresa, ya que sin ellos las maquinas quedarían paradas, no se produciría, por lo cual no se vendería con lo que nos lleva a no tener ingresos, y sin ingresos no hay empresa.
Por estas razones y muchas mas, debemos valorar, apreciar, capacitar y estar agradecidos con las personas que toman nuestro sueño (desarrollar nuestro emprendimiento) y lo convierten en suyo y lo ejecutan día a día con la mejor disposición.
Debemos ser íntegros con ellos, ya que si nosotros estafamos o los descuidamos (a nuestros colaboradores), estamos fallando a nuestra empresa.
Y los emprendedores no debemos hacerlo, porque cuando se va un colaborador se va tu empresa.
EDUCAR AL CLIENTE
Se ha dicho que el cliente siempre tiene la razón, pero sabemos que hay clientes que abusan de esta frase, pero debemos educar al cliente para que utilice nuestro producto y/o servicio, para que no se produzcan daños por una mala utilización de nuestros productos, si el cliente no tiene las instalaciones y las condiciones adecuadas para la utilización de nuestros productos simplemente debemos educarlos (no venderles hasta que las condiciones sean las adecuadas).
Entiendo que estoy violando la primera ley de un servicio de calidad, pero educar al cliente no quiere decir que no tiene la razón, simplemente estamos diciendo que el servicio será mucho mejor educando al cliente.
Pero debemos realizarlo de una forma que no sea evidente, ya que nosotros como clientes, no queremos ser considerados como unos incultos, simplemente debemos educarlos para se mejores clientes.
viernes, 24 de julio de 2009
No lo asuma, pregúntele al cliente
Hay que ser humildes y preguntarle al cliente que es lo que quiere, cuando lo quiere y como lo quiere, partiendo de estas preguntas desarrollaremos nuestro producto o servicio enfocado al cliente con esto reduciremos el margen de error, y tendremos mayor aceptación en nuestros clientes ya que les estamos dando lo que ellos quieren.
Claro que los gustos y las tendencias pasan rápidamente pero debemos estar diariamente preguntándoles a los clientes que es lo que quieren y darles más de lo que nos pide, ya que sin ellos no hay empresa.
jueves, 23 de julio de 2009
La Competencia no Importa
Muchas veces nos dedicamos varias horas a identificar a la competencia, y copiar sus estrategias en vez de generar las nuestra propias, ya que cada empresa es un mundo distinto, debemos dejar de lado a la competencia dedicarnos a nuestro negocio.
Cuando hemos dicho que NOSOTROS PERDEMOS MERCADO NO POR LA COMPETENCIA SINO POR NUESTRAS INCONPETENCIAS, incompetencias que no solo nos perjudica a nosotros sino que perjudican a nuestros colaboradores, a nuestro emprendimiento.
Debemos dejar de perder tiempo en la competencia y enfocar a lo que importa a nuestro emprendimiento y la parte mas fundamental nuestros clientes, ya que existirá siempre la competencia pero sino nosotros estamos constantemente mejorando no hay competencia que nos gane.
miércoles, 22 de julio de 2009
No estoy trabajando estoy haciendo del mundo un lugar mejor.
Para motivar a nuestros empleados es necesario darles mas que un simple trabajo, darles una misión que trascienda, ya que si solo tenemos un trabajo este será realizado, pero si tenemos una misión, todas las fuerzas estarán enfocadas a la realización de esta visión.
Y es que cuando pensamos que lo que estamos haciendo hace del mundo un lugar mejor tenemos más fuerza más vitalidad, nos apropiamos de las cosas, y es que es mas lindo llegar a casa y decirles a nuestros hijos que vinimos haciendo del mundo un lugar mejor que decirles que venimos del trabajo.
Y si todavía creemos que nuestro trabajo no aporta nada, porque no faltamos un día y observamos lo que sucede al día siguiente???? Nos sorprenderemos por lo que veamos.
Y es que cuando pensamos que lo que estamos haciendo hace del mundo un lugar mejor tenemos más fuerza más vitalidad, nos apropiamos de las cosas, y es que es mas lindo llegar a casa y decirles a nuestros hijos que vinimos haciendo del mundo un lugar mejor que decirles que venimos del trabajo.
Y si todavía creemos que nuestro trabajo no aporta nada, porque no faltamos un día y observamos lo que sucede al día siguiente???? Nos sorprenderemos por lo que veamos.
Aunque los emprendedores si hacemos del mundo un lugar mejor.
No diga las características de su producto sino que soluciona
Haga lo que haga puede usted ofrecer información sobre su actividad, pero no información sobre lo buena que es su pyme y lo bien que lo hace su empresa, sino sobre la necesidad que cubre en sus clientes. Es decir, que no debe centrarse en su producto, sino en los problemas que soluciona.
Busque entidades o asociaciones que aglutinen a su público objetivo y ofrézcase a dar una charla, por ejemplo, o bien busque la oportunidad de realizar estas conferencias en otros lugares donde su público objetivo se reúna. Si puede, incluso prográmelas en el propio local de su empresa, es lo mejor.
Prepare algo que no sea una reunión de ventas, sino una presentación profesional e informativa que aporte algo útil.
No empiece explicando su producto, explique cosas que interesen a sus posibles clientes, por ejemplo, si vende una silla de seguridad para bebés, no hable de su silla, hable de seguridad, que es la necesidad que cubre.
Una variante de esta técnica es hacer un pequeño folleto informativo, un pequeño libro o algo similar y distribuirlo en posibles zonas donde se dejen caer sus clientes potenciales, o incluso hacer un buzoneo por su zona.
En vez de ofrecer un folleto que vende el producto o servicio que realiza como pyme o autónomo, usted ofrecerá información, trucos o soluciones que sí serán más interesantes para un posible cliente que leer frases publicitarias.
No obstante, no perdamos el norte, diga claramente quién es su empresa, que el logo de su pyme se vea, se conozca a qué se dedica y que se sepa que usted proporciona esas soluciones de las que habla, la clave está en primar la necesidad de sus clientes y no su producto o servicio, pero tampoco se trata de no decir nada en absoluto de lo que hace o fabrica.
Busque entidades o asociaciones que aglutinen a su público objetivo y ofrézcase a dar una charla, por ejemplo, o bien busque la oportunidad de realizar estas conferencias en otros lugares donde su público objetivo se reúna. Si puede, incluso prográmelas en el propio local de su empresa, es lo mejor.
Prepare algo que no sea una reunión de ventas, sino una presentación profesional e informativa que aporte algo útil.
No empiece explicando su producto, explique cosas que interesen a sus posibles clientes, por ejemplo, si vende una silla de seguridad para bebés, no hable de su silla, hable de seguridad, que es la necesidad que cubre.
Una variante de esta técnica es hacer un pequeño folleto informativo, un pequeño libro o algo similar y distribuirlo en posibles zonas donde se dejen caer sus clientes potenciales, o incluso hacer un buzoneo por su zona.
En vez de ofrecer un folleto que vende el producto o servicio que realiza como pyme o autónomo, usted ofrecerá información, trucos o soluciones que sí serán más interesantes para un posible cliente que leer frases publicitarias.
No obstante, no perdamos el norte, diga claramente quién es su empresa, que el logo de su pyme se vea, se conozca a qué se dedica y que se sepa que usted proporciona esas soluciones de las que habla, la clave está en primar la necesidad de sus clientes y no su producto o servicio, pero tampoco se trata de no decir nada en absoluto de lo que hace o fabrica.
domingo, 19 de julio de 2009
Una de cada mil empresas tiene éxito
Es un titular muy grave. Pero atendiendo a las explicaciones de los expertos, es una realidad cruel.
Decía el otro día Rodolfo Carpintier que a lo largo de estos años habrá estudiado unos 1.800-2.000 planes de negocio. Y que sólo ha invertido en 18-20 de ellos. El ratio de proyectos invertidos / proyectos estudiados es del 1%.
Ese 1% es la empresa que, como dice Luis Martín Cabiedes, están convencidos que van a funcionar muy bien. No son empresas de “bah, igual funciona” o “no me convence, pero el señor@ me cae bien”, sino son empresas que creen firmemente que van a ser productivas. Pero en su experiencia, saben que después sólo uno de cada diez o uno de cada quince son realmente grandes empresas(en los que obtienen una remuneración en la salida con múltiplos de 100 sobre su inversión). El resto oscilan entre “recuperar la inversión” (con suerte), salir con pérdidas (algunos) y, directamente, perder la inversión (la mayoría). Y eso, dentro de los que su olfato les decía que eran caballos ganadores.
Es decir, que siguiendo estas experiencias, podemos situar en uno de cada mil las empresas que consiguen una evolución exitosa. El resto, incluso los que tienen buena pinta, se quedan en la cuneta.
Es una cifra para pensar, ¿no es cierto?
Decía el otro día Rodolfo Carpintier que a lo largo de estos años habrá estudiado unos 1.800-2.000 planes de negocio. Y que sólo ha invertido en 18-20 de ellos. El ratio de proyectos invertidos / proyectos estudiados es del 1%.
Ese 1% es la empresa que, como dice Luis Martín Cabiedes, están convencidos que van a funcionar muy bien. No son empresas de “bah, igual funciona” o “no me convence, pero el señor@ me cae bien”, sino son empresas que creen firmemente que van a ser productivas. Pero en su experiencia, saben que después sólo uno de cada diez o uno de cada quince son realmente grandes empresas(en los que obtienen una remuneración en la salida con múltiplos de 100 sobre su inversión). El resto oscilan entre “recuperar la inversión” (con suerte), salir con pérdidas (algunos) y, directamente, perder la inversión (la mayoría). Y eso, dentro de los que su olfato les decía que eran caballos ganadores.
Es decir, que siguiendo estas experiencias, podemos situar en uno de cada mil las empresas que consiguen una evolución exitosa. El resto, incluso los que tienen buena pinta, se quedan en la cuneta.
Es una cifra para pensar, ¿no es cierto?
Preparar las preguntas de un inversor
Estas son las preguntas esenciales, básicas, que van a definir si los inversores se interesan por nuestro emprendimiento o no:
¿Qué va hacer tu negocio? - El propósito de un proyecto se tiene que definir en pocas palabras. Si no se entiende de forma sencilla, ahí se acabo la futura inversión.
¿Cuáles son las barreras de entrada? - Esencial, una idea sin barreras de entrada que la protejan tiene una difícil evolución.
¿Por qué los grandes no van a entrar en este negocio? - Relacionado con lo anterior, un negocio expuesto a que un gigante entre en escena tiene muchos riesgos.
¿Para qué quieres el dinero? - Obvio, si alguien va a invertir en tu negocio querrá ciertas explicaciones sobre cómo te lo vas a gastar.
¿Hasta cuándo te va a durar este dinero? - La inversión inicial tiene sentido si permite poner al negocio en condiciones de generar beneficios por sí mismo, ese es su objetivo y no el de ir a un saco sin fondo de necesidades financieras.
¿Cuáles son tus clientes? ¿Ya has hablado con clientes potenciales? - Los clientes son la facturación, y la facturación la vía para los beneficios. Cuanto más se haya recorrido en este sentido, más cerca estará el punto de equilibrio y más tranquilidad tendrá el inversor de que no está tirando su dinero a un pozo sin fondo.
¿Cuál es tu estrategia de marketing? - Relacionado con lo anterior, un plan de marketing es el que permite estructurar y sistematizar el flujo de clientes, de facturación, de beneficios.
¿Estás preparado para crecer? - Si un negocio funciona, uno de sus riesgos menos evidentes es el de morir de éxito. Es decir, carecer de la planificación y de las alternativas necesarias para hacer que la infraestructura del negocio crezca y se adecúe a las necesidades
¿Cómo es el equipo? - Está claro que el perfil y la experiencia de los tripulantes es uno de los elementos que más tranquilidad pueden aportar a un potencial inversor respecto al futuro de la nave
Cuento la Ciega y la primavera
“Había un ciega sentada en la calle, con una taza y un pedazo de cartón, escrito con tinta negra, que decía: “Por favor, ayúdenme, soy ciega”
Un creativo de publicidad que pasaba frente a ella, se detuvo y observó unas pocas monedas en la taza. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó un marcador negro que el llevaba y escribió otro anuncio.Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies de la ciega y se fue. Por la tarde el creativo volvió a pasar frente la ciega que pedía limosna; su taza estaba llena de billetes y monedas.
La ciega reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.
El publicista le contestó:“Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”.
Sonrió y siguió su camino.El nuevo mensaje decía :“Hoy es primavera y no puedo verla”
La ciega reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.
El publicista le contestó:“Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”.
Sonrió y siguió su camino.El nuevo mensaje decía :“Hoy es primavera y no puedo verla”
Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y verán que puede que resulte mejor de esa manera.Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.
Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio.
“Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los resultados que siempre has obtenido“
Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio.
“Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás los resultados que siempre has obtenido“
Dinero para arrancar la empresa
Uno de los errores que se hace inconscientemente para fracasar tu empresa es equivocarte en la financiación. Para evitaros alguno de los disgustos que yo me he llevado en este asunto, aquí van estos 10 consejos:
1. Haz una planificación financiera
Deberías tener una previsión de ingresos y gastos con detalle de un mes durante el primer año, y trimestral para los dos o tres siguientes. Sí, ya se que la adivinación del futuro es una ciencia que no ha progresado mucho desde que a Julio César le pronosticaban el resultado de sus batallas mirando las tripas de un ganso. Pero esta planificación no se hace para ver cuánto vas a ganar, sino para saber cuánto vas a gastar.
Si haces una planificación tendrás que analizar tus costes de producción, los costes de personal, calcular cuáles serán tus gastos de marketing, los costes asociados a cada venta… y te entrarán sudores fríos al pensar de dónde vas a a sacar dinero para pagar tanto.
Eso es bueno, porque la otra opción es que te encuentres con esos costes con la empresa ya lanzada, y por tanto con mucha menos capacidad de maniobra.
2. Calcula cuánto dinero necesitas para arrancar
Una vez que conoces tus gastos mensuales, plantéate que no tendrás ingresos al principio. En función de la duración de tu ciclo de venta, ese tiempo puede ser unas semanas o unos meses. Aunque vayas a abrir un negocio en el centro comercial más visitado de tu ciudad, eso no significa que el primer día entrará la gente a quitarte de las manos todo lo que vendes. Ponte en la situación peor, y piensa que pasará si el primer mes vendes un 10% de lo necesario para cubrir costes. ¿puedes seguir el mes siguiente? ¿y el siguiente?
Analiza la época del año (y todas las empresas tienen una cierta estacionalidad). ¿Merece la pena abrir en Junio, sabiendo que tienes que pagar sueldos y alquileres en Agosto?
Piensa también que vender no significa cobrar. En determinados negocios, pueden pasar meses desde que vendes algo hasta que consigues cobrarlo. Y muchas veces vender significa incurrir en costes, que tardas un tiempo en recuperar. Sería muy triste tener que cerrar tu negocio porque no tienes pulmón financiero como para soportar el coste asociado a tus ventas.
3. Ahorra en la oficina
¿De verdad necesitas una oficina desde el primer día? Sí, es emocionante abrir la puerta de tu empresa recién estrenada y contemplar los puestos de trabajo perfectamente equipados con sus muebles nuevos. Pero piensa que a final de mes pagarás por ello.
En muchos negocios los clientes no quieren ir a tu oficina, sino que esperan que tú vayas a verlos. Si es tu caso, puede ser mucho más rentable contratar un servicio de oficina virtual en un centro de empresas y pagar una sala de reuniones solo cuando la necesites. Ventaja añadida: no pierdes el tiempo en decorarla ni amueblarla, y el tiempo también es un recurso escasísimo.
4. Ahorra en todo lo que no afecta directamente a las ventas
Tu prioridad, al principio, es conseguir clientes. Y eso supone gastar en marketing y en la propia venta. En eso es en lo único en lo que no puedes ser tacaño. Pero ahorra en todo lo demás.
No es necesitas el último modelo de móvil con PDA y GPS, puedes usar el que te regalará la operadora. Y probablemente puedes encontrar ordenadores de segunda mano perfectamente utilizables por la mitad de precio que uno nuevo.
Cuando empiezas tienes un capital inicial, que probablemente te parecerá más que suficiente para arrancar. Piensas: “seguro que ahorrar 500 dólares en un ordenador no es tan importante”. Analiza tu margen, y calcula cuánto tienes que vender para ganar esos 500 dólares. ¿Tu margen es de un 10%, por ejemplo? Entonces tendrías que vender 5.000 dólares para ganar esos 500. ¿Merece la pena?
5. No te pongas sueldo
Al principio, no vas a tener beneficios, así que tendrás que aportar dinero en lugar de retirar beneficios. Si te pones un sueldo, estás sacando dinero de un bolsillo para meterlo en el otro. Si eres administrador de tu empresa, la ley te obliga a hacerte autónomo (y a pagar por ello a la Seguridad Social). No pagues otra vez a la Seguridad Social por el sueldo.
El problema puede aparecer cuando hay socios capitalistas (que solo ponen dinero) y otros que trabajan (pongan o no dinero). Incluso en ese caso, es preferible acordar unos sueldos “ficticios” durante un tiempo, y que ese dinero que no van a cobrar los socios trabajadores cuente a la hora de asignar participaciones en la empresa como si fuera capital aportado.
6. Protégete de los descubiertos
En muchos negocios hay un desfase entre los ingresos y los gastos. Y cada trimestre hay que pagar al Estado. Eso puede suponer que, en un momento dado, nos encontremos sin dinero en la cuenta y con gastos que afrontar. No pagar al estado a tiempo supone “simplemente” un recargo, pero imagina el efecto que tendría en tu empresa no pagar una nómina, aun sabiendo que hay un dinero que entrará en unos días.
Si tu negocio es así, protégete de los descubiertos nada más empezar. Abre una cuenta de crédito con capacidad para aguantar al menos el pago de todos los gastos de un mes. Al principio, tu banco probablemente se limitará a pedirte un aval y te lo concederá sin mucho problema. Pero si intentas acercarte a pedirles el crédito cuando ya estás en números rojos, verás cómo el director de tu oficina deja de ser ese señor tan simpático para convertirse en un ogro feroz.
7. No cuentes con lo que vas a cobrar
En contabilidad, hay un principio que establece que los gastos se contabilizan cuando se contrae la obligación, pero los ingresos sólo cuando el dinero entra de verdad. Esto encierra una sabiduría milenaria.
Nunca, ni aunque tu cliente sea amigo de toda la vida, puedes contar con que un pago llegará a tiempo. En nuestro país es muy frecuente que todo el mundo procure pagar lo más tarde posible a los que son más débiles que él. Y, si acabas de abrir una empresita, ese eres tú.
Es preferible no contar con el dinero que te pagarán esos primeros clientes que tienes casi apalabrados antes de empezar. Cuando llegue, bienvenido será, pero asegúrate de que tienes recursos propios para aguantar unos meses, por si hay problemas con ellos.
8. No cuentes con subvenciones
Aun en el improbable supuesto de que te las concedan, el dinero llegará tarde y mal. Acceder a ellas te requerirá una enorme cantidad de papeleo y tiempo, y necesitas 25 horas cada día para arrancar la empresa. Tienes que priorizar tus tareas, y al principio (y puede que siempre) es más importante conseguir un nuevo cliente que buscar unos dólares extra.
9. No aceptes dinero de cualquiera
Si tu fuente principal de financiación, como es frecuente en muchas microempresas, son amigos y familiares, piensa muy bien antes de aceptar dinero de cada uno de ellos. Antes que nada, debes dejar claro si el dinero es una participación en la empresa o un préstamo.
Si es una participación, debes especificar a qué porcentaje de las participaciones da derecho el dinero que han aportado, y debe quedar reflejado ante notario en la constitución de la empresa. Eso significa que asumen que si la empresa quiebra, pierden el dinero. No basta con que se lo digas: asegúrate de que lo entienden, y que no vas a tener en el futuro un problema personal porque le haya hecho perder a alguien unos miles de dólares. En caso de duda, es mejor que no aceptes ese dinero.
Si es un préstamo, tienes que devolverlo, aunque la empresa haya fracasado. Incluso aunque el préstamo sea informal, si quieres evitar problemas personales debes hacerlo. Así que piensa también seriamente si estás dispuesto a asumir ese compromiso.
Y en cualquiera de los dos casos, asegúrate de que las personas que te aportan el dinero no van a suponer un problema para la marcha de la empresa. Si tienes problemas (y los tendrás) lo último que necesitas es un socio impertinente que te machaque con lo mal que estás gestionando su dinero.
10. Prepárate para lo peor
El dinero es para las empresas como la sangre para las personas: si deja de fluir, estás muerto. El problema es que no lo puedes controlar, porque dependes de lo que hagan otros, que tienen intereses distintos a los tuyos.
Así que es preferible que dediques tiempo suficiente, antes de arrancar, a pensar con calma en qué situaciones pueden afectar a esa fluidez. Prepara una estrategia para evitarlas si es posible, o para preparar recursos con los que puedas enfrentarte a ellas.
Ten en cuenta que, si tu idea no es descabellada, lo más probable es que fracase por problemas financieros. Imagínate la frustración que puede suponer tener una idea, crear una empresa para llevarla a cabo, comprobar que la idea funciona y tener que cerrar la empresa porque no tienes los recursos necesarios para aguantar el tiempo necesario hasta que eche raíces y crezca sana.
1. Haz una planificación financiera
Deberías tener una previsión de ingresos y gastos con detalle de un mes durante el primer año, y trimestral para los dos o tres siguientes. Sí, ya se que la adivinación del futuro es una ciencia que no ha progresado mucho desde que a Julio César le pronosticaban el resultado de sus batallas mirando las tripas de un ganso. Pero esta planificación no se hace para ver cuánto vas a ganar, sino para saber cuánto vas a gastar.
Si haces una planificación tendrás que analizar tus costes de producción, los costes de personal, calcular cuáles serán tus gastos de marketing, los costes asociados a cada venta… y te entrarán sudores fríos al pensar de dónde vas a a sacar dinero para pagar tanto.
Eso es bueno, porque la otra opción es que te encuentres con esos costes con la empresa ya lanzada, y por tanto con mucha menos capacidad de maniobra.
2. Calcula cuánto dinero necesitas para arrancar
Una vez que conoces tus gastos mensuales, plantéate que no tendrás ingresos al principio. En función de la duración de tu ciclo de venta, ese tiempo puede ser unas semanas o unos meses. Aunque vayas a abrir un negocio en el centro comercial más visitado de tu ciudad, eso no significa que el primer día entrará la gente a quitarte de las manos todo lo que vendes. Ponte en la situación peor, y piensa que pasará si el primer mes vendes un 10% de lo necesario para cubrir costes. ¿puedes seguir el mes siguiente? ¿y el siguiente?
Analiza la época del año (y todas las empresas tienen una cierta estacionalidad). ¿Merece la pena abrir en Junio, sabiendo que tienes que pagar sueldos y alquileres en Agosto?
Piensa también que vender no significa cobrar. En determinados negocios, pueden pasar meses desde que vendes algo hasta que consigues cobrarlo. Y muchas veces vender significa incurrir en costes, que tardas un tiempo en recuperar. Sería muy triste tener que cerrar tu negocio porque no tienes pulmón financiero como para soportar el coste asociado a tus ventas.
3. Ahorra en la oficina
¿De verdad necesitas una oficina desde el primer día? Sí, es emocionante abrir la puerta de tu empresa recién estrenada y contemplar los puestos de trabajo perfectamente equipados con sus muebles nuevos. Pero piensa que a final de mes pagarás por ello.
En muchos negocios los clientes no quieren ir a tu oficina, sino que esperan que tú vayas a verlos. Si es tu caso, puede ser mucho más rentable contratar un servicio de oficina virtual en un centro de empresas y pagar una sala de reuniones solo cuando la necesites. Ventaja añadida: no pierdes el tiempo en decorarla ni amueblarla, y el tiempo también es un recurso escasísimo.
4. Ahorra en todo lo que no afecta directamente a las ventas
Tu prioridad, al principio, es conseguir clientes. Y eso supone gastar en marketing y en la propia venta. En eso es en lo único en lo que no puedes ser tacaño. Pero ahorra en todo lo demás.
No es necesitas el último modelo de móvil con PDA y GPS, puedes usar el que te regalará la operadora. Y probablemente puedes encontrar ordenadores de segunda mano perfectamente utilizables por la mitad de precio que uno nuevo.
Cuando empiezas tienes un capital inicial, que probablemente te parecerá más que suficiente para arrancar. Piensas: “seguro que ahorrar 500 dólares en un ordenador no es tan importante”. Analiza tu margen, y calcula cuánto tienes que vender para ganar esos 500 dólares. ¿Tu margen es de un 10%, por ejemplo? Entonces tendrías que vender 5.000 dólares para ganar esos 500. ¿Merece la pena?
5. No te pongas sueldo
Al principio, no vas a tener beneficios, así que tendrás que aportar dinero en lugar de retirar beneficios. Si te pones un sueldo, estás sacando dinero de un bolsillo para meterlo en el otro. Si eres administrador de tu empresa, la ley te obliga a hacerte autónomo (y a pagar por ello a la Seguridad Social). No pagues otra vez a la Seguridad Social por el sueldo.
El problema puede aparecer cuando hay socios capitalistas (que solo ponen dinero) y otros que trabajan (pongan o no dinero). Incluso en ese caso, es preferible acordar unos sueldos “ficticios” durante un tiempo, y que ese dinero que no van a cobrar los socios trabajadores cuente a la hora de asignar participaciones en la empresa como si fuera capital aportado.
6. Protégete de los descubiertos
En muchos negocios hay un desfase entre los ingresos y los gastos. Y cada trimestre hay que pagar al Estado. Eso puede suponer que, en un momento dado, nos encontremos sin dinero en la cuenta y con gastos que afrontar. No pagar al estado a tiempo supone “simplemente” un recargo, pero imagina el efecto que tendría en tu empresa no pagar una nómina, aun sabiendo que hay un dinero que entrará en unos días.
Si tu negocio es así, protégete de los descubiertos nada más empezar. Abre una cuenta de crédito con capacidad para aguantar al menos el pago de todos los gastos de un mes. Al principio, tu banco probablemente se limitará a pedirte un aval y te lo concederá sin mucho problema. Pero si intentas acercarte a pedirles el crédito cuando ya estás en números rojos, verás cómo el director de tu oficina deja de ser ese señor tan simpático para convertirse en un ogro feroz.
7. No cuentes con lo que vas a cobrar
En contabilidad, hay un principio que establece que los gastos se contabilizan cuando se contrae la obligación, pero los ingresos sólo cuando el dinero entra de verdad. Esto encierra una sabiduría milenaria.
Nunca, ni aunque tu cliente sea amigo de toda la vida, puedes contar con que un pago llegará a tiempo. En nuestro país es muy frecuente que todo el mundo procure pagar lo más tarde posible a los que son más débiles que él. Y, si acabas de abrir una empresita, ese eres tú.
Es preferible no contar con el dinero que te pagarán esos primeros clientes que tienes casi apalabrados antes de empezar. Cuando llegue, bienvenido será, pero asegúrate de que tienes recursos propios para aguantar unos meses, por si hay problemas con ellos.
8. No cuentes con subvenciones
Aun en el improbable supuesto de que te las concedan, el dinero llegará tarde y mal. Acceder a ellas te requerirá una enorme cantidad de papeleo y tiempo, y necesitas 25 horas cada día para arrancar la empresa. Tienes que priorizar tus tareas, y al principio (y puede que siempre) es más importante conseguir un nuevo cliente que buscar unos dólares extra.
9. No aceptes dinero de cualquiera
Si tu fuente principal de financiación, como es frecuente en muchas microempresas, son amigos y familiares, piensa muy bien antes de aceptar dinero de cada uno de ellos. Antes que nada, debes dejar claro si el dinero es una participación en la empresa o un préstamo.
Si es una participación, debes especificar a qué porcentaje de las participaciones da derecho el dinero que han aportado, y debe quedar reflejado ante notario en la constitución de la empresa. Eso significa que asumen que si la empresa quiebra, pierden el dinero. No basta con que se lo digas: asegúrate de que lo entienden, y que no vas a tener en el futuro un problema personal porque le haya hecho perder a alguien unos miles de dólares. En caso de duda, es mejor que no aceptes ese dinero.
Si es un préstamo, tienes que devolverlo, aunque la empresa haya fracasado. Incluso aunque el préstamo sea informal, si quieres evitar problemas personales debes hacerlo. Así que piensa también seriamente si estás dispuesto a asumir ese compromiso.
Y en cualquiera de los dos casos, asegúrate de que las personas que te aportan el dinero no van a suponer un problema para la marcha de la empresa. Si tienes problemas (y los tendrás) lo último que necesitas es un socio impertinente que te machaque con lo mal que estás gestionando su dinero.
10. Prepárate para lo peor
El dinero es para las empresas como la sangre para las personas: si deja de fluir, estás muerto. El problema es que no lo puedes controlar, porque dependes de lo que hagan otros, que tienen intereses distintos a los tuyos.
Así que es preferible que dediques tiempo suficiente, antes de arrancar, a pensar con calma en qué situaciones pueden afectar a esa fluidez. Prepara una estrategia para evitarlas si es posible, o para preparar recursos con los que puedas enfrentarte a ellas.
Ten en cuenta que, si tu idea no es descabellada, lo más probable es que fracase por problemas financieros. Imagínate la frustración que puede suponer tener una idea, crear una empresa para llevarla a cabo, comprobar que la idea funciona y tener que cerrar la empresa porque no tienes los recursos necesarios para aguantar el tiempo necesario hasta que eche raíces y crezca sana.
sábado, 18 de julio de 2009
Les voy a contar un sueño
Muy pocas veces en la vida tenemos la suerte de conocer lo que nos apasiona, y algo que tal vez lo olvidamos por las cosas sin importancias que se nos presenta en la vida a diario.
Yo vivía así, sin pasión, pero no lo sabia, hasta que por azares de la vida, conocí a una persona que me hablo sobre emprendimiento, no sabia de que se trataba, y surgió en mí la curiosidad de descubrir porque esa persona se apasionaba por hablar de emprendimiento.
Poco a poco fui descubriendo el mundo del emprendimiento, descubrir que era lo que me apasionaba, convertirme en emprendedor.
Llevó apenas 4 años en el mundo del emprendimiento, y día a día descubro cosas nuevas sobre mi pasión (el emprendimiento).
Cuando me propusieron o más bien me propuse hacer un blog sobre emprendimiento, surgió varias dudas … Seré un buen escritor, sabré mucho sobre este tema, como hare conocer mi blog.
Yo vivía así, sin pasión, pero no lo sabia, hasta que por azares de la vida, conocí a una persona que me hablo sobre emprendimiento, no sabia de que se trataba, y surgió en mí la curiosidad de descubrir porque esa persona se apasionaba por hablar de emprendimiento.
Poco a poco fui descubriendo el mundo del emprendimiento, descubrir que era lo que me apasionaba, convertirme en emprendedor.
Llevó apenas 4 años en el mundo del emprendimiento, y día a día descubro cosas nuevas sobre mi pasión (el emprendimiento).
Cuando me propusieron o más bien me propuse hacer un blog sobre emprendimiento, surgió varias dudas … Seré un buen escritor, sabré mucho sobre este tema, como hare conocer mi blog.
Y la mayor duda es que pensara la gente sobre esto??….. Y era quedarme callado y seguir mi camino, o ayudarle a alguien a descubrir si su pasión era el emprendimiento el formar empresas.
Etiquetas:
Emprendimiento,
Historias de Exito,
Management
miércoles, 15 de julio de 2009
Si su negocio es PERFECTO es que ya VA A MORIR
Henry Ford escribió “Las empresas que crecen mediante el desarrollo y el mejoramiento, no mueren. Pero cuando una empresa deja de ser creativa, cuando cree que ha alcanzado la perfección y no tiene que hacer nada diferente de producir….esta acabada”.
Lo que hace aun más interesantes dichas palabras excelentes es que cuando el mismo Ford se vio ante la desaceleración de la popularidad de su famoso Modelo T, en vez de seguir su famoso consejo decreto que lo único que andaba mal era que los vendedores no estaban produciendo lo suficiente y tenían que esforzarse más (seguir produciendo).
Cuando creemos que nuestro negocio es perfecto o ya no tiene mas espacio para mejorar, vallamos a la funeraria mas cercana a elegir la lapida de nuestro negocio, lo que mas existe en las empresas es el espacio para mejorar.
Cuando todos están de acuerdo conmigo me están mintiendo
A veces todo marcha bien, todo en la organización son felices o al menos eso creemos, escuchamos lo que queremos oír, y es eso, escuchamos lo que queremos, no lo que esta pasando, si usted es el jefe la gente le dirá lo que usted quiere escuchar por miedo a la reacción o represalias que tendrá, pero siempre debemos tener a alguien de confianza que nos diga lo contrario que nos creemos correcto y debata toda las cosas que hagamos sabremos que es un verdadero amigo y no un perro faldero que asiente con la cabeza cada vez que nosotros digamos algo.
Si nuestros gerentes están de acuerdo con las decisiones que nosotros tomamos como dueños de empresa, para que están los gerentes…si tenemos las mismas ideas??
Entrar en conflicto no es malo, lo malo es aceptar todo y no debatir positivamente las cosas.
Si nuestros gerentes están de acuerdo con las decisiones que nosotros tomamos como dueños de empresa, para que están los gerentes…si tenemos las mismas ideas??
Entrar en conflicto no es malo, lo malo es aceptar todo y no debatir positivamente las cosas.
jueves, 9 de julio de 2009
APRENDER A SELECCIONAR EL EQUIPO ADECUADO.
Anteriormente mencionamos que el emprendedor no debe ser un todologo (ver blog de Un Emprendedor debe ser un TODOLOGO) y la elección de las personas que lo acompañarán en nuestro emprendimiento es un elemento básico para lograr el éxito. Es importante que los integrantes de su equipo compartan sus valores y comprendan la esencia de su negocio, para poder trasmitirla a sus clientes con efectividad. Todo emprendedor debe ser capaz de contar con un equipo integrado, donde cada uno cumpla con eficacia los roles que corresponden definir las responsabilidades de cada integrante y que tus debilidades sean cubiertas por las fortalezas de otro integrante (ver blog de Realízate un FODA ) . Usted es el dueño de su emprendimiento y puede cumplir todos los roles que desee, pero es importante que permanezca en la dirección para que su empresa no pierda el rumbo. Rodearse de un equipo integrado y conectado le permitirá actuar en forma coordinada y trasmitir su diferencia desde cada uno de sus colaboradores.
NO APOSTAR AL PRECIO COMO FACTOR DE ATRACCIÓN DE CLIENTES
Un producto o servicio cuya única diferencia con sus similares es el precio, tiene pocas posibilidades de crecimiento ya que apenas aparezca un similar más barato, dejará de existir. Los clientes no temen pagar por un buen producto cuando son capaces de percibir con claridad su valor y diferencia. Al contrario, cuando solamente se les ofrece precio, tienden a pensar que perderán calidad.Descubrir y comunicar su diferencia es lo que brinda verdadero valor a su marca. Este conocimiento es lo que le permitirá cobrar lo que realmente vale su producto o servicio.
SABER QUÉ SE QUIERE COMUNICAR
El conocimiento de la esencia deja claro al emprendedor lo que quiere comunicar, su valor, su sentido más profundo. Se trata de algo más que las características de un producto o servicio. Hablamos de los beneficios medulares del emprendimiento, aquello que lo hace único. Sólo se puede comunicar lo que se conoce.Algunas veces, los emprendedores saben lo que quieren decir, pero desconocen la mejor forma de hacerlo. Es habitual que ante la pregunta: “¿Qué hace?”, la respuesta sea simplemente: “Tengo una agencia de viajes, soy abogado, etc.” ¿Es ésta la respuesta para comunicar SU diferencia y destacarse entre los cientos de agencias de viajes o miles de abogados que ofrecen sus servicios en el país? Ningún emprendedor debería perder la gran oportunidad de utilizar cada encuentro para trasmitir su valor y hacer que éste sea recordado y multiplicado cada vez que quien lo conoce requiera de servicios como el suyo o deba hacer una recomendación.
No alcanza con saber lo que se quiere decir, hay que encontrar una forma efectiva de decirlo.
Por Luz Mara Sande
COMPRENDER LA IMPORTANCIA DE CREAR SU NEGOCIO COMO MARCA.
Muchos emprendedores creen que para comenzar un negocio solo se debe cumplir con dos requisitos: un producto o servicio y el dinero necesario para la inversión… y a vender. Recién se plantean la necesidad de contar con una marca propia una vez que el negocio está establecido o cuando enfrentan dificultades para posicionarse, atraer a un mayor número de clientes o comunicar con claridad su valor al mercado. Lamentablemente, el tiempo perdido no se recupera, y a veces….es demasiado tarde. En los casos en que es factible de realización, siempre es más costoso enmendar errores que comenzar desde el inicio en la construcción de una Marca de Valor que, aunque parezca intangible, genera valor en sí misma y lo transfiere a los productos que representa.
Clave: Conocer la esencia del emprendimiento es el primer paso indiscutido y un incuestionable atajo para establecer una Marca de Valor y posicionarse frente a su público objetivo.
Clave: Conocer la esencia del emprendimiento es el primer paso indiscutido y un incuestionable atajo para establecer una Marca de Valor y posicionarse frente a su público objetivo.
Autora: Luz Mara Sande
Enlace: www.cincosentidos.com.uy
martes, 7 de julio de 2009
PASION por el emprendimiento (tomado de Revista Dinero)
Entrevista exclusiva con Bo Burlingham, editor de Inc. Magazine, una de las publicaciones más influyentes en el campo del emprendimiento y autor del recordado libro Small Giants.
Algunas personas realmente toman en serio el valor de los detalles, y tienen casi una obsesión por lo pequeño. No hace mucho tiempo, aunque parezca extraño en un mundo que gira al ritmo del emprendimiento, algunas personas se hubieran avergonzado en reuniones sociales al decir "soy un emprendedor". Hoy la situación es bien distinta, y es distinta en parte gracias a emprendedores que de tiempo atrás han creído en lo que puede surgir de lo que nace pequeño.
Bo Burlingham es claramente uno de ellos. Cuando los mercados no apostaban por el emprendimiento, Burlingham ayudó a consolidar Inc. Magazine una de las primeras publicaciones especializadas en pequeñas empresas. Su listado de las Inc. 500, es el referente más importante de crecimiento y prestigio para una Pyme en Estados Unidos. Su publicación, Small Giants: companies that choose to be great instead of big , sobre compañías que prefieren defender su identidad en vez crecer, es considerado uno de los mejores libros de emprendimiento de todos los tiempos. Recientemente publicó The knack: how street-smart entrepreneurs learn to handle whatever comes up, con el exitoso empresario Norm Brodsky, donde relata el resultado de las experiencias de cientos de emprendedores exitosos en las calles. Es por esto que quisimos conversar un poco con Bo Burlingham sobre su pasión por el emprendimiento.
D — En su libro Small Giants usted recuerda cómo hace pocas décadas la imagen del emprendedor no era apreciada. ¿Cómo ve el emprendimiento hoy en día? ¿Qué piensa de su futuro?
En los años 50s, 60s, y 70s no era un gran halago ser considerado un emprendedor. En esos tiempos los emprendedores eran vistos como personas extrañas, sin valor social pues el sueño era trabajar para una gran corporación. Esta percepción empezó a cambiar arrancando los 80s gracias a emprendedores como Bill Gates, Steve Jobs, Ted Turner, y muchos otros que ayudaron a construir un mundo mejor. Pero ellos no inventaron el emprendimiento.
El emprendimiento ha estado con nosotros siempre que hemos querido salir adelante y tener una mejor vida, y nos acompañará por siempre. Sin embargo, el ambiente hacia el emprendimiento se renueva constantemente. Es una mezcla de cambios en lo social, cultural, político y económico. Por ejemplo, los gobiernos pueden facilitar su trabajo o crear barreras para hacerlo prácticamente imposible.
D — Su último libro The Knack trata sobre casos de emprendedores exitosos en las calles. ¿Cuál es el principal mensaje del libro?
Yo estoy convencido de que la mejor escuela para un emprendedor es la escuela de los golpes. No existe ninguna facultad que le pueda enseñar más sobre emprendimiento que usted mismo enfrentándose al mundo, cayéndose, levantándose y tratando de ver cómo hacer mejor las cosas en una segunda oportunidad. Se aprende a hacer negocios, haciéndolos. ¿Va a cometer errores? ¿Eventualmente va a fracasar? Por supuesto, pero fracasar es muchas veces el mejor maestro. Y estos aprendizajes con seguridad van a ser los pilares de su nuevo proyecto. Nunca hay que olvidar que las dos cualidades más importantes en un emprendedor son su persistencia y capacidad para enfrentar el fracaso.
D — ¿Qué hacer para crear una visión propia de los negocios aun cuando no se tiene un mentor?
Los emprendedores más exitosos son simplemente estudiantes con una inagotable sed de conocimiento. Por donde quiera que vayan, ellos van adquiriendo enseñanzas. Y hoy en día, muy distinto a hace 30 años, existen toneladas de información y consejos, en revistas, libros o en internet. En general, mi recomendación es siempre tratar de identificar que la información viene de alguien que haya tenido experiencia en el mundo real creando su propia compañía. La clave aquí es siempre tratar de no cometer estos errores ahora que usted se enfrenta a este desafío.
D — En su concepto de compañías pequeñas gigantes los emprendedores prefieren crear lugares especiales en vez de crecer y crecer. ¿Tiene esto que ver con la relación felicidad y negocios?
Por alguna razón a los emprendedores se les olvida con facilidad que el fin último de un negocio no es el negocio en sí mismo. Usualmente es un medio para lograr algo que quisimos con muchas fuerzas al comienzo. Para muchos, nuestra meta es lograr una vida feliz. Y las empresas te pueden llevar allí siempre que entiendas que la vida personal es más importante que el negocio. También creo que la mejor forma de identificar una buena compañía es ver si la gente se divierte. Mi viejo amigo y mentor Jack Snack siempre me recordaba que una compañía en donde la gente se divierte no tiene límites. Cuando en una empresa la gente no se divierte, solo existen problemas.
D — ¿Cómo crean sus grupos de trabajo las empresas pequeñas gigantes?
Solo es posible crear excelentes equipos cuando todo el mundo tiene un rol en un mismo juego. Mi primer libro lo escribí junto a Jack Snack, cofundador y gerente de Springfield ReManufacturing Corp, y lo titulamos The great game of business. Allí planteamos que los negocios no son ni arte ni ciencia (aunque tienen elementos de ambos). En esencia, los negocios son un juego, y como en todo juego solo es posible jugarlo si entiendes las reglas, tienes la información para conocer tus movimientos y avanzar, además de conocer el resultado de tus acciones.
En este juego cada participante puede verse afectado, beneficiado o hacer una gran diferencia entre si ganar o perder. Esta fue la filosofía de Jack Snack quien decidió liderar su empresa bajo estos principios. A cada persona en la organización se le dio a conocer la información financiera de la empresa y se le explicó la importancia de su cargo para poder cumplir las metas.
Si a la empresa le iba bien todos se beneficiarían, pero también todos se perjudicarían en el fracaso. Esta forma de gerenciar la llamamos open-book management. ¿El resultado? La compañía pasó de vender US$16 millones hace 25 años a US$500 millones con aumentos constantes en su rentabilidad.
Algunas personas realmente toman en serio el valor de los detalles, y tienen casi una obsesión por lo pequeño. No hace mucho tiempo, aunque parezca extraño en un mundo que gira al ritmo del emprendimiento, algunas personas se hubieran avergonzado en reuniones sociales al decir "soy un emprendedor". Hoy la situación es bien distinta, y es distinta en parte gracias a emprendedores que de tiempo atrás han creído en lo que puede surgir de lo que nace pequeño.
Bo Burlingham es claramente uno de ellos. Cuando los mercados no apostaban por el emprendimiento, Burlingham ayudó a consolidar Inc. Magazine una de las primeras publicaciones especializadas en pequeñas empresas. Su listado de las Inc. 500, es el referente más importante de crecimiento y prestigio para una Pyme en Estados Unidos. Su publicación, Small Giants: companies that choose to be great instead of big , sobre compañías que prefieren defender su identidad en vez crecer, es considerado uno de los mejores libros de emprendimiento de todos los tiempos. Recientemente publicó The knack: how street-smart entrepreneurs learn to handle whatever comes up, con el exitoso empresario Norm Brodsky, donde relata el resultado de las experiencias de cientos de emprendedores exitosos en las calles. Es por esto que quisimos conversar un poco con Bo Burlingham sobre su pasión por el emprendimiento.
D — En su libro Small Giants usted recuerda cómo hace pocas décadas la imagen del emprendedor no era apreciada. ¿Cómo ve el emprendimiento hoy en día? ¿Qué piensa de su futuro?
En los años 50s, 60s, y 70s no era un gran halago ser considerado un emprendedor. En esos tiempos los emprendedores eran vistos como personas extrañas, sin valor social pues el sueño era trabajar para una gran corporación. Esta percepción empezó a cambiar arrancando los 80s gracias a emprendedores como Bill Gates, Steve Jobs, Ted Turner, y muchos otros que ayudaron a construir un mundo mejor. Pero ellos no inventaron el emprendimiento.
El emprendimiento ha estado con nosotros siempre que hemos querido salir adelante y tener una mejor vida, y nos acompañará por siempre. Sin embargo, el ambiente hacia el emprendimiento se renueva constantemente. Es una mezcla de cambios en lo social, cultural, político y económico. Por ejemplo, los gobiernos pueden facilitar su trabajo o crear barreras para hacerlo prácticamente imposible.
D — Su último libro The Knack trata sobre casos de emprendedores exitosos en las calles. ¿Cuál es el principal mensaje del libro?
Yo estoy convencido de que la mejor escuela para un emprendedor es la escuela de los golpes. No existe ninguna facultad que le pueda enseñar más sobre emprendimiento que usted mismo enfrentándose al mundo, cayéndose, levantándose y tratando de ver cómo hacer mejor las cosas en una segunda oportunidad. Se aprende a hacer negocios, haciéndolos. ¿Va a cometer errores? ¿Eventualmente va a fracasar? Por supuesto, pero fracasar es muchas veces el mejor maestro. Y estos aprendizajes con seguridad van a ser los pilares de su nuevo proyecto. Nunca hay que olvidar que las dos cualidades más importantes en un emprendedor son su persistencia y capacidad para enfrentar el fracaso.
D — ¿Qué hacer para crear una visión propia de los negocios aun cuando no se tiene un mentor?
Los emprendedores más exitosos son simplemente estudiantes con una inagotable sed de conocimiento. Por donde quiera que vayan, ellos van adquiriendo enseñanzas. Y hoy en día, muy distinto a hace 30 años, existen toneladas de información y consejos, en revistas, libros o en internet. En general, mi recomendación es siempre tratar de identificar que la información viene de alguien que haya tenido experiencia en el mundo real creando su propia compañía. La clave aquí es siempre tratar de no cometer estos errores ahora que usted se enfrenta a este desafío.
D — En su concepto de compañías pequeñas gigantes los emprendedores prefieren crear lugares especiales en vez de crecer y crecer. ¿Tiene esto que ver con la relación felicidad y negocios?
Por alguna razón a los emprendedores se les olvida con facilidad que el fin último de un negocio no es el negocio en sí mismo. Usualmente es un medio para lograr algo que quisimos con muchas fuerzas al comienzo. Para muchos, nuestra meta es lograr una vida feliz. Y las empresas te pueden llevar allí siempre que entiendas que la vida personal es más importante que el negocio. También creo que la mejor forma de identificar una buena compañía es ver si la gente se divierte. Mi viejo amigo y mentor Jack Snack siempre me recordaba que una compañía en donde la gente se divierte no tiene límites. Cuando en una empresa la gente no se divierte, solo existen problemas.
D — ¿Cómo crean sus grupos de trabajo las empresas pequeñas gigantes?
Solo es posible crear excelentes equipos cuando todo el mundo tiene un rol en un mismo juego. Mi primer libro lo escribí junto a Jack Snack, cofundador y gerente de Springfield ReManufacturing Corp, y lo titulamos The great game of business. Allí planteamos que los negocios no son ni arte ni ciencia (aunque tienen elementos de ambos). En esencia, los negocios son un juego, y como en todo juego solo es posible jugarlo si entiendes las reglas, tienes la información para conocer tus movimientos y avanzar, además de conocer el resultado de tus acciones.
En este juego cada participante puede verse afectado, beneficiado o hacer una gran diferencia entre si ganar o perder. Esta fue la filosofía de Jack Snack quien decidió liderar su empresa bajo estos principios. A cada persona en la organización se le dio a conocer la información financiera de la empresa y se le explicó la importancia de su cargo para poder cumplir las metas.
Si a la empresa le iba bien todos se beneficiarían, pero también todos se perjudicarían en el fracaso. Esta forma de gerenciar la llamamos open-book management. ¿El resultado? La compañía pasó de vender US$16 millones hace 25 años a US$500 millones con aumentos constantes en su rentabilidad.
sábado, 4 de julio de 2009
Tu peor enemigo puedes ser tú mismo
Un beneficio de ser emprendedor y no tener jefe es que nadie te dice lo que tienes que hacer. Pero esto tiene un reverso tenebroso: que nadie te dice lo que tienes que hacer. Y entonces aparece la tentación de procrastinar. Es decir, de posponer determinadas tareas para hacer otras menos importantes.
No es exactamente pereza, porque no se trata de “no hacer nada”. El problema es dejar de hacer cosas que tenemos que hacer, y dedicarnos a otras. Sin un jefe que nos recuerde nuestras obligaciones, es fácil encontrar algo mejor que contabilizar unas facturas, llamar a un cliente desagradable o cualquier otra tarea que no nos apetezca en el momento.
El problema es que el día a día del emprendedor no consiste sólo en desarrollar nuevas ideas, crear campañas de marketing glamourosas, diseñar una web moderna a la par que sencilla o animar a tus colaboradores a terminar la versión 0.2. Hay mucho papeleo, hay que tratar con gente desagradable, hay que controlar las finanzas, hay que estar al día con las obligaciones patronales.
Y todo esto es fundamental para que la empresa funcione. Una idea genial, un equipo de desarrollo motivado, una ejecución impecable, un marketing perfectamente diseñado para llegar al mercado objetivo… de nada sirven si la empresa se queda sin recursos porque nadie prestó atención a la tesorería, o hay que pagar multas y recargos por no atender las obligaciones fiscales o nadie se encarga de la desagradable tarea de recordar a los clientes que tienen que pagar.
Si queremos tener éxito como emprendedores debemos ser capaces de trabajar a pleno rendimiento incluso en las tareas menos atractivas, sin distracciones ni aplazamientos indefinidos.
No es exactamente pereza, porque no se trata de “no hacer nada”. El problema es dejar de hacer cosas que tenemos que hacer, y dedicarnos a otras. Sin un jefe que nos recuerde nuestras obligaciones, es fácil encontrar algo mejor que contabilizar unas facturas, llamar a un cliente desagradable o cualquier otra tarea que no nos apetezca en el momento.
El problema es que el día a día del emprendedor no consiste sólo en desarrollar nuevas ideas, crear campañas de marketing glamourosas, diseñar una web moderna a la par que sencilla o animar a tus colaboradores a terminar la versión 0.2. Hay mucho papeleo, hay que tratar con gente desagradable, hay que controlar las finanzas, hay que estar al día con las obligaciones patronales.
Y todo esto es fundamental para que la empresa funcione. Una idea genial, un equipo de desarrollo motivado, una ejecución impecable, un marketing perfectamente diseñado para llegar al mercado objetivo… de nada sirven si la empresa se queda sin recursos porque nadie prestó atención a la tesorería, o hay que pagar multas y recargos por no atender las obligaciones fiscales o nadie se encarga de la desagradable tarea de recordar a los clientes que tienen que pagar.
Si queremos tener éxito como emprendedores debemos ser capaces de trabajar a pleno rendimiento incluso en las tareas menos atractivas, sin distracciones ni aplazamientos indefinidos.
viernes, 3 de julio de 2009
Los golpes que dan los emprendimientos
Da igual lo bueno que seas, los aliados que tengas y el conocimiento con el que vayas armado, si eres emprendedor de verdad subes al ring, y si subes al ring te van a dar golpes.
Ni el mejor de los mejores gana siempre sin que le toquen, con lo que otra parte importante de la mentalidad es consiste en saber que te van a dar, que vas a caer de rodillas y que vas a tener que aguantar y levantarte como sea.
No hay manera posible de hacer este sin recibir los debidos golpes excepto con la práctica, he visto a algunos muy buenos derrumbarse por golpes pequeños, es el precio de la poca costumbre. Nos guste o no ser emprendedor es resistencia y conflicto a veces, y hay que aprender a apretar los dientes aguantar los golpes y aprender de ellos.
Ni el mejor de los mejores gana siempre sin que le toquen, con lo que otra parte importante de la mentalidad es consiste en saber que te van a dar, que vas a caer de rodillas y que vas a tener que aguantar y levantarte como sea.
No hay manera posible de hacer este sin recibir los debidos golpes excepto con la práctica, he visto a algunos muy buenos derrumbarse por golpes pequeños, es el precio de la poca costumbre. Nos guste o no ser emprendedor es resistencia y conflicto a veces, y hay que aprender a apretar los dientes aguantar los golpes y aprender de ellos.
Debemos aprender a pagar el precioso de un emprendimiento
Todo tiene un precioso, aunque suene capitalista es una ley universal, el precio de emprender es dejar de ser dependiente de otra persona, y pasar a tomar nuestro destino en nuestras manos, ya que el éxito y el fracaso depende exclusivamente de las cosas que hagamos.
Otro precioso de emprender es pasar pocas horas con la familia (ver el posteo de La familia de un emprendedor (el equilibrio entre el emprendimiento y la familia).
El precio de la intranquilidad ( ver posteo de Si quieres dormir tranquilamente…no se haga emprendedor)
Y aunque los resultados son muy satisfactorios espiritual y monetariamente, debemos aprender a pagar el precio de desarrollar un emprendimiento, porque es parte del maravilloso mundo del emprendimiento.
Otro precioso de emprender es pasar pocas horas con la familia (ver el posteo de La familia de un emprendedor (el equilibrio entre el emprendimiento y la familia).
El precio de la intranquilidad ( ver posteo de Si quieres dormir tranquilamente…no se haga emprendedor)
Y aunque los resultados son muy satisfactorios espiritual y monetariamente, debemos aprender a pagar el precio de desarrollar un emprendimiento, porque es parte del maravilloso mundo del emprendimiento.
No puedes ayudar a quien no quiere ser ayudado
Se podrá hablar mucho de emprendimiento, se podrá dar uno y mil consejos, millones de formas de emprender, decir que el emprendimiento ayuda a vivir la vida (y es verdad), pero si uno no quiere ser ayudado no hay poder humano que haga cambiar a las personas.
Pero muchas veces me encuentro con gente que no quiere ser ayudado, que simplemente quiere seguir viviendo la vida que lleva, pero que pasa cuando esta vida sufre un bajo, cuando en el trabajo se acaba cuando perdemos empleabilidad (en un mercado competitivo actualmente llega a 35 años la empleabilidad de las personas), y las ayudas se acaban, y uno esta frente al abismó.
Debemos aceptar las ayudas, aprender a escuchar, tal vez esto consejos no nos sirva para este momento pero en algún momento un consejo bien intencionado nos ayuda mucho y aun mas si son consejos para nuestros emprendimientos y mas si son de un experto o alguien con experiencia en negocios.
Pero muchas veces me encuentro con gente que no quiere ser ayudado, que simplemente quiere seguir viviendo la vida que lleva, pero que pasa cuando esta vida sufre un bajo, cuando en el trabajo se acaba cuando perdemos empleabilidad (en un mercado competitivo actualmente llega a 35 años la empleabilidad de las personas), y las ayudas se acaban, y uno esta frente al abismó.
Debemos aceptar las ayudas, aprender a escuchar, tal vez esto consejos no nos sirva para este momento pero en algún momento un consejo bien intencionado nos ayuda mucho y aun mas si son consejos para nuestros emprendimientos y mas si son de un experto o alguien con experiencia en negocios.
jueves, 2 de julio de 2009
Es importante Afilar la Sierra
Cuando empezamos y todo el trabajo de tu emprendimiento se acumula y ya no puedes más, pero debes acabar tus proyectos. Y a pesar del cansancio seguimos trabajando Tu trabajo se vuelve ineficaz (aunque sigamos ahí, no vamos a lograr mucho) ya que estamos cansados, debemos afilar la sierra (descansar relajarnos).
Y es que debemos tener un equilibrio… de que vale matarse trabajando sino podemos disfrutar del resultado de nuestro esfuerzo.
Pero el periodo de afilar la sierra en el primer año del emprendimiento, no es muy largo, son periodos cortos por ende debemos aprovecharlos de la mejor manera, y como hacemos esto planificándolo, pero también existen los descansos esporádicos, pero lo importante es que nos debemos el tiempo para afilar la sierra siempre y cuando cumplamos una meta un objetivo, ya que si queremos darnos un descanso solo porque si este no será aprovechado como el descanso después de cumplir con nuestro emprendimiento.
Los tiempos de afilar la sierra deben ser cortos, porque mientras nosotros descansamos el mundo todavía sigue moviéndose y la competencia también.
"Las más grandes batallas de la vida se liberan cotidianamente en los aposentos silenciosos del alma"David O. McKay
Y es que debemos tener un equilibrio… de que vale matarse trabajando sino podemos disfrutar del resultado de nuestro esfuerzo.
Pero el periodo de afilar la sierra en el primer año del emprendimiento, no es muy largo, son periodos cortos por ende debemos aprovecharlos de la mejor manera, y como hacemos esto planificándolo, pero también existen los descansos esporádicos, pero lo importante es que nos debemos el tiempo para afilar la sierra siempre y cuando cumplamos una meta un objetivo, ya que si queremos darnos un descanso solo porque si este no será aprovechado como el descanso después de cumplir con nuestro emprendimiento.
Los tiempos de afilar la sierra deben ser cortos, porque mientras nosotros descansamos el mundo todavía sigue moviéndose y la competencia también.
"Las más grandes batallas de la vida se liberan cotidianamente en los aposentos silenciosos del alma"David O. McKay
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