Cuando empezamos un emprendimiento debemos saber que esta actividad nos va a consumir mucho de nuestro tiempo (sino es todo), vamos a estar alejados mucho tiempo de nuestra familia.
Pero nuestras familias muchas veces son el motor que nos lleva a emprender, por ellos luchamos por ellos haríamos lo que sea, pero cuando estamos en el primer año del emprendimiento olvidamos porque emprendimos (por nuestra familia para darle lo que merece)
Nuestra responsabilidad ante la familia es más importante que con la empresa misma, pero lastimosamente muchas veces no somos lo suficientemente inteligentes para darnos cuenta y nos perdemos en el maremagno de las reuniones de negocios, cuando en nuestro hogar hay una reunión de cumpleaños, o nos vamos de viaje a buscar nuevos inversionistas sin importarnos el compromiso del partido de fútbol o la presentación del ballet de nuestros hijos.
Esta posición ha sido ampliamente difundida por la literatura, en el clásico "Canción de Navidad"
Pero no estoy diciendo que si emprendemos debemos alejarnos de la familia, al contrario queremos que este emprendimiento sea un emprendimiento familiar que lleguemos a un equilibrio ya que no todo en la vida es trabajo.
Debemos hablar con nuestra familia antes de emprender y solicitarles su apoyo y comprensión, cuando lleguemos a un equilibrio entre el emprendimiento y nuestra familia debemos respetar los limites, los problemas del emprendimiento se quedan en el emprendimiento, y en el hogar debemos respetar la compañía de nuestros seres queridos (quienes son los que nos alientan a seguir adelante)
Pero nuestras familias muchas veces son el motor que nos lleva a emprender, por ellos luchamos por ellos haríamos lo que sea, pero cuando estamos en el primer año del emprendimiento olvidamos porque emprendimos (por nuestra familia para darle lo que merece)
Nuestra responsabilidad ante la familia es más importante que con la empresa misma, pero lastimosamente muchas veces no somos lo suficientemente inteligentes para darnos cuenta y nos perdemos en el maremagno de las reuniones de negocios, cuando en nuestro hogar hay una reunión de cumpleaños, o nos vamos de viaje a buscar nuevos inversionistas sin importarnos el compromiso del partido de fútbol o la presentación del ballet de nuestros hijos.
Esta posición ha sido ampliamente difundida por la literatura, en el clásico "Canción de Navidad"
Pero no estoy diciendo que si emprendemos debemos alejarnos de la familia, al contrario queremos que este emprendimiento sea un emprendimiento familiar que lleguemos a un equilibrio ya que no todo en la vida es trabajo.
Debemos hablar con nuestra familia antes de emprender y solicitarles su apoyo y comprensión, cuando lleguemos a un equilibrio entre el emprendimiento y nuestra familia debemos respetar los limites, los problemas del emprendimiento se quedan en el emprendimiento, y en el hogar debemos respetar la compañía de nuestros seres queridos (quienes son los que nos alientan a seguir adelante)