En la iglesia nos repiten miles de veces, el dar el diezmó, para recibir más, esto es una ley innegable. Entre mas demos, mas volverá a nuestras manos.
Dar el diezmo no solo significa dar dinero, sino ayudar a las personas, dar algo nuestro, algo que signifique que sea valioso, es donar nuestro tiempo no solo con la gente que amamos sino con la gente que necesita de nosotros.
Es hacer voluntariados, porque dar dinero, es simple, pero estar ahí compartiendo con la gente es formar conciencia.
El diezmo debe empezar con el dueño del negocio, para predicar con el ejemplo, pero este es un compromiso permanente, no solo una moda y nunca debemos enorgullecernos de ello, sino simplemente hacerlo porque nos nace como empresario.
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