Hablemos hoy de uno de los recursos que más valoramos: el tiempo, el cual literalmente escapa de nuestras manos aún cuando tratemos desesperadamente de hacerlo productivo.
Más cuando nuestro estilo de vida podría definirse como multi-tasking o “multi-tareas”, rol que muchos de nosotros desempeñamos constantemente día tras día. Sin duda, es desgastante y corremos el riesgo de no alcanzar ninguna meta aunque hayamos tratado de alcanzar todas.
Pongamos un ejemplo gráfico. Si frente a nosotros hay todo un banquete: entradas, platos fuertes, postres, etc., y empezamos a dar pequeños mordiscos a esto y aquello sin un orden lo único que sucederá es que no terminaremos ninguno de los platillos por la segura náusea que sentiremos.
Lo mismo sucede en los negocios. Seguramente tu tienes una visión de hacia donde quieres llegar con tu empresa, sin embargo, esta visión debe tener una parte a largo plazo y una a corto plazo, trabajando por partes, “haciendo la digestión”, por así decirlo.
La clave es que cada día que pasa sea productivo, que te traces pequeñas metas cada día y semana y trabajes en base a ellas. Recuerda que delegar es una palabra importante en el vocabulario de todo empresario, y, claro, quizás estes empezando y tu seas todo en tu empresa: el propietario, gerente general, mensajero, recepcionista, mantenimiento, etc., pero empieza por solicitar ayuda de quienes te rodean: familiares o amigos dispuestos a darte una mano, o crea alianzas estratégicas con otros proveedores que puedan facilitar tu día a día.
Más cuando nuestro estilo de vida podría definirse como multi-tasking o “multi-tareas”, rol que muchos de nosotros desempeñamos constantemente día tras día. Sin duda, es desgastante y corremos el riesgo de no alcanzar ninguna meta aunque hayamos tratado de alcanzar todas.
Pongamos un ejemplo gráfico. Si frente a nosotros hay todo un banquete: entradas, platos fuertes, postres, etc., y empezamos a dar pequeños mordiscos a esto y aquello sin un orden lo único que sucederá es que no terminaremos ninguno de los platillos por la segura náusea que sentiremos.
Lo mismo sucede en los negocios. Seguramente tu tienes una visión de hacia donde quieres llegar con tu empresa, sin embargo, esta visión debe tener una parte a largo plazo y una a corto plazo, trabajando por partes, “haciendo la digestión”, por así decirlo.
La clave es que cada día que pasa sea productivo, que te traces pequeñas metas cada día y semana y trabajes en base a ellas. Recuerda que delegar es una palabra importante en el vocabulario de todo empresario, y, claro, quizás estes empezando y tu seas todo en tu empresa: el propietario, gerente general, mensajero, recepcionista, mantenimiento, etc., pero empieza por solicitar ayuda de quienes te rodean: familiares o amigos dispuestos a darte una mano, o crea alianzas estratégicas con otros proveedores que puedan facilitar tu día a día.
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